El 18 de septiembre, la comunidad cristiana invitó a las autoridades a orar por la Patria en la celebración del Te Deum que, en la Catedral de Punta Arenas, presidió el pastor diocesano Óscar Blanco Martínez OMD junto a los pastores de las iglesia luterana Rocío Morales, quien hizo una oración especial por los migrantes, el pastor de la iglesia Metodista Rony Pulgar Hugues, quien oró por la familia y el pastor de la Iglesia Bautista Eliseo Merino Molina, quien oró por las autoridades. Animó la alabanza el coro de la Universidad de Magallanes, dirigido por el Maestro Nicolás Petrovich Rodríguez, quienes interpretaron todos los cánticos de autoría del P. Belarmino Sánchez Aravena, salesiano que tanto aportó desde su arte musical a Magallanes, al cumplirse 50 años del Te Deum creado por el P. Belarmino. Participó junto al coro la orquesta de cuerdas Ensamble Filarmónico de la Fundación Filarmónica Magallanes.
En su homilía, a partir de la parábola del Buen Samaritano, el Padre Obispo Óscar manifestó: “Como pastores de las iglesias cristianas que sirven en medio de su pueblo en la región de Magallanes y, desde nuestra espiritualidad cristiana”, invitó a mirar la realidad, haciéndonos cargo de ella y, desde los valores del evangelio, contribuir al fortalecimiento del tejido social de nuestro país.
Un hecho de violencia en el camino de Jerusalén a Jericó: “La historia que contó el Señor Jesús comenzó con un hecho de violencia… un hecho violento, como tantos otros que vivimos hoy en día: la violencia de los delincuentes y narcotraficantes es, probablemente, la más compleja situación que hoy vive nuestro pueblo… En medio de esta crisis de violencia delictual y narcotráfico, en niveles y formas de crimen organizado que no conocíamos, nuestro pueblo se siente solo y abandonado por quienes estamos llamados a cuidarlos, así lo dicen las diversas encuestas y los bajos índices de participación ciudadana. Para muchos, los llamados a ser líderes parecen más preocupados de sí mismos, de sus querellas e intereses particulares o de sus mezquinos intereses partidistas … nadie quiere ni desea que la autoridad y las instituciones se vean superadas en la lucha contra los delincuentes y los narcotraficantes, pero también aparece vivo el temor de que las políticas de seguridad pública parecen llegar tarde, y el temor a una incapacidad de superar la crisis al ver que en los casos de corrupción aparecen autoridades o líderes políticos comprometidos en hechos delictuales. Entonces, no es sólo el problema de la agresividad en la actividad política, sino también el cáncer de la corrupción que se manifiesta por todos lados, y hace que muchos se sientan abandonados”.
¿Qué hacer ante el herido del camino?: La cuestión a la que nos enfrentamos es sólo una: ¿nos detendremos ante el herido del camino o pasaremos de largo? ¿Nos inclinaremos para tocar y sanar las heridas de los demás? ¿Nos inclinaremos para cargarnos al hombro unos a otros? En la dinámica que nos pone la parábola que hoy nos narró el Señor Jesús, “la única salida es ser como el buen samaritano”. Toda otra opción termina o bien al lado de los salteadores, o bien al lado de los que pasan de largo, sin compadecerse del dolor del hombre herido en el camino” (FT 67).
El modelo del Buen Samaritano: “Al celebrar hoy el día de nuestra independencia como país, tenemos que decir que lo que hizo el samaritano al detenerse y actuar construyendo [un] vínculo social, eso es ‘hacer patria’; es decir, eso es hacer una relación que une la vida con otros en un legado común y en un destino común”.
Mirar nuestro presente y actuar según el modelo del buen samaritano: “En medio de la crisis de violencia e inseguridad que nos azota como país y que se traduce en la sensación de abandono y orfandad de nuestro pueblo, sin duda que el primer llamado que nos hace el Señor es a cuidarnos unos a otros; es decir, a cuidar a Chile, a cuidar la vida, a cuidar a los más vulnerables, a los pobres, a los enfermos, a los abuelos, a los menores que parecen no tener futuro. Necesitamos una buena “política del cuidado” de la vida en nuestro país como la mejor respuesta que las autoridades y todos los que tenemos algún tipo de responsabilidad en la sociedad, podemos dar ante la violencia de los delincuentes y narcotraficantes, ante los corruptos y los que atentan de cualquier forma contra la vida en nuestro país”.
En nuestra región necesitamos fortalecer el “nosotros”: “No podemos quedarnos serenos y seguros, y vanagloriarnos de que nuestra región es “más tranquila” y que aquí no suceden desbordes de violencia delincuencial, como en otras regiones del país. Sabemos que eso ya no es así, sabemos bien cómo eso ha ido cambiando y cómo la delincuencia y el narcotráfico están presentes y actuando en nuestra región… En esta lucha que tenemos que dar por la seguridad de todas las personas, no podemos olvidar bajo la falsa imagen de que somos una región más tranquila que otras; sucede un drama que debería avergonzarnos por el dolor y sufrimiento de las víctimas, pues somos una de las regiones del país con altos porcentajes de delitos sexuales, de denuncias de abusos sexuales y de delitos de trata de personas, así como delitos de violencia intrafamiliar. Enfrentar estos delitos que afectan nuestra región requiere una concertada acción de las autoridades, de las diversas organizaciones sociales y del conjunto de la comunidad”.
“El Buen Samaritano construyó nuevos vínculos sociales con el herido del camino, y nos muestra que ese es, precisamente, el modo de “hacer patria”; es decir, construyendo vínculos sociales que unan a las personas en un “nosotros” que hace posible caminar juntos. Sabemos que las tareas de nuestro presente son difíciles y complejas, pero también sabemos que construir ese “nosotros” nunca ha sido fácil, por eso es que con esperanza asumimos los desafíos de hoy”.
La homilía completa en www.iglesiademagallanes.cl.